miércoles, 19 de noviembre de 2008

Estafas enviadas por correo electrónico

Si bien hay algunos consumidores que encuentran que los mensajes comerciales masivos no solicitados — conocidos también como correo basura o más comúnmente llamados spam — pueden ser informativos, otros creen que son molestos y una gran pérdida de tiempo. Pero también existen otros usuarios de correo electrónico que descubren que el spam puede ser costoso: Estos son aquellos que han perdido dinero respondiendo a mensajes de tipo spam con ofrecimientos falsos y promociones fraudulentas. Varios proveedores de servicio de Internet y fabricantes de productos computación ofrecen filtros para limitar el acceso de mensajes spam.

Además, hay algunas ‘recomendaciones que pueden ayudarlo a ahorrar tiempo y dinero para evitar la recepción de fraudes por correo electrónico. Alerta en Línea desea que los usuarios de computadoras pasen por el filtro los mensajes spam para detectar las estafas, envíen los mensajes spam indeseados a las autoridades de seguridad correspondientes y luego, borren los mensajes spam. A continuación se describe cómo detectar las 10 estafas más comunes de spam:


1. La estafa “Nigeriana” en versión electrónica

La carnada: Mensajes electrónicos enviados por estafadores oportunistas que afirman ser funcionarios, gente de negocios o cónyuges viudos o viudas de líderes gubernamentales de Nigeria o de algún otro país cuyo dinero se encuentra de alguna manera retenido por un período de tiempo limitado. Estos estafadores le ofrecen transferir grandes sumas de dinero a su cuenta bancaria si usted les paga un cargo o “impuestos” para ayudarlos a acceder a su dinero. En caso de que usted responda al ofrecimiento inicial, puede recibir documentos que aparentan ser “oficiales”. Luego, le pedirán que envíe dinero para cubrir los costos de transacción y transferencia y los honorarios del abogado, y también le solicitarán una hoja de papel membreteado en blanco, los números de su cuenta bancaria u otra información. También es posible que hasta lleguen a alentarlo a viajar a Nigeria o un país fronterizo para completar la transacción. Algunos defraudadores han llegado al extremo de llenar cofres con dinero estampado o con papel timbrado para verificar sus declaraciones.

La trampa: Los mensajes electrónicos provienen de delincuentes que están intentando robarle su dinero o perpetrar el robo de identidad. Inevitablemente, surgen algunas emergencias que requieren que usted entregue más dinero demorando la “transferencia” de fondos a su cuenta; al final de la historia, usted no recibe ningún beneficio y el estafador desaparece con su dinero. Según lo que informa el Departamento de Estado, algunas personas que han respondido a solicitaciones de “pago por adelantado” de este tipo han sido golpeadas, han resultado víctimas de amenazas y extorsión y en algunos casos, han sido asesinadas.

Su red de seguridad: Si recibe un mensaje de correo electrónico de parte de alguien que le dice necesitar su ayuda para sacar dinero de un país extranjero, no responda.


2. Phishing

La carnada: Mensajes electrónicos o de aparición automática (pop-up messages) que dicen provenir de un negocio u organización con quien usted posiblemente mantenga una relación comercial — digamos por ejemplo, un proveedor de servicio de Internet (ISP), banco, servicio de pago en línea o hasta una agencia gubernamental. Mediante el texto del mensaje electrónico es posible que se le solicite que “actualice”, “valide” o “confirme” la información de su cuenta, y que en caso de no hacerlo, podría enfrentar graves consecuencias.

La trampa: Phishing es el nombre dado en inglés a una estafa mediante la cual los defraudadores envían mensajes de tipo spam o pop-up para “pescar” información personal y financiera engañando a las víctimas inadvertidas. Los enlaces incluidos en los mensajes lo redirigen a un sitio Web que tiene el mismo aspecto que el de un sitio electrónico de una organización legítima. Pero en realidad es un sitio Web falso cuyo único fin es el de engañarlo para que usted divulgue su información personal para que los operadores puedan robarla, falsear su identidad y gastar a cuatro manos o cometer delitos en su nombre.

Su red de seguridad: Póngase como regla no responder nunca a los mensajes electrónicos o pop-up que le soliciten su información personal o financiera ni hacer clic sobre los enlaces incluidos en los mensajes. No utilice la función de cortar y pegar (cut and paste) para copiar un enlace en su navegador de Internet, puede ser que los “pescadores de información” o phishers logren crear enlaces que aparenten dirigirlo hacia un sitio electrónico cuando en realidad lo llevan a otro sitio parecido. Si está preocupado sobre la seguridad de su cuenta, comuníquese con la organización utilizando un número de teléfono que le conste como genuino o abra una nueva sesión de navegación en el Internet y escriba usted mismo la dirección Web correcta de la compañía. También puede ser de ayuda utilizar un programa antivirus y un firewall y mantenerlos actualizados.


3. Estafas de trabajo en casa

La carnada: Mensajes electrónicos que incluyen anuncios que prometen ingresos fijos a cambio de un mínimo esfuerzo — procesamiento de reintegros médicos, rellenado de sobres, tareas de ensamblado de artesanías u otros trabajos. En todos los anuncios se utilizan los mismos tipos de “guiños”: Dinero en efectivo inmediato. Esfuerzo mínimo. Cero riesgo. Y la ventaja de trabajar desde su casa cuando a usted le sea conveniente.

La trampa: Lo que no dicen los anuncios es que es posible que tenga que trabajar muchas horas sin recibir pago ninguno o pagar costos no declarados para colocar anuncios en los periódicos, hacer fotocopias o para comprar materiales, software o equipos para realizar el trabajo. Una vez que usted desembolse su dinero y dedique su tiempo, probablemente se encontrará con promotores que se nieguen a pagarle, pretextando que su trabajo no cumple con sus “estándares de calidad”.

Su red de seguridad: La Comisión Federal de Comercio (FTC) todavía no ha encontrado ninguna persona que se haya hecho rica rellenando sobres o armando imanes para la refrigeradora desde la comodidad de su casa. Los promotores de negocios legítimos de trabajo en casa le deben informar — por escrito — qué es lo que está exactamente comprendido en el programa que venden. Antes de comprometerse a poner su dinero, averigüe cuáles son las tareas que tendrá que realizar, si le pagarán un salario o trabajará a comisión, quién le pagará a usted, cuándo recibirá su primer cheque de pago, el costo total del programa — incluyendo materiales, equipos o cargos por membresía o inscripción — y qué es lo que obtendrá a cambio de su dinero. ¿Puede usted verificar la información de otras personas que estén trabajando actualmente? Tenga cuidado con los “ganchos”, estos son individuos que cobran para mentir y darle todas las razones necesarias para que usted pague para trabajar. Si fuera necesario, procure el consejo profesional de un abogado, contador o asesor financiero o cualquier otro experto y verifique la legitimidad de la compañía consultando a su agencia local de protección del consumidor, oficina del Fiscal General estatal y el Better Business Bureau tanto de la localidad en la que se encuentra situada la compañía como también la de su lugar de residencia.


4. Pérdida de peso

La carnada: Mensajes electrónicos que prometen una píldora revolucionaria, un parche, crema u otro producto cuyo resultado será la pérdida de peso sin necesidad de hacer dieta o ejercicio físico. Sobre algunos de los productos promocionados por correo electrónico se afirma que bloquean la absorción de la grasa, hidratos de carbono o calorías; sobre otros se garantiza un adelgazamiento permanente; y hasta se llega a afirmar que consumiendo algunos otros productos usted perderá peso a la velocidad de la luz.

La trampa: Estos son trucos ingeniosos que se aprovechan de su optimismo. No existe nada que esté disponible a través del correo electrónico que usted pueda tomar, ponerse en el cuerpo o aplicarse sobre la piel que pueda causar un adelgazamiento permanente ni tampoco considerable.

Su red de seguridad: Los expertos en el tema concuerdan en que la mejor manera de bajar de peso es ingerir menor cantidad de calorías y aumentar el nivel de actividad física para quemar más energía. Un objetivo razonable de adelgazamiento es aproximadamente una libra por semana. Para la mayoría de las personas, esto significa reducir aproximadamente 500 calorías de su dieta diaria, comer una variedad de alimentos nutritivos y hacer ejercicio físico regularmente. La pérdida de peso permanente se produce haciendo cambios permanentes en el estilo de vida. Consulte a su profesional médico para que le recomiende un programa de nutrición y ejercicio físico adaptado a su estilo de vida y metabolismo.


5. Loterías extranjeras

La carnada: Mensajes electrónicos que ostentan tentadoras chances de ganar en loterías extranjeras. ¡Es posible que hasta reciba un mensaje proclamando que usted ya ha ganado! Solamente tiene que pagar para obtener su premio o cobrar su pozo ganador.

La trampa: La mayoría de las promociones de loterías extranjeras son falsas. Participar de una lotería extranjera es ilegal en los EE.UU. Los estafadores se quedarán con todo el dinero que usted les envíe en concepto de “impuestos” o cargos. Además, los “cazafortunas” que operan estas loterías utilizan los números de la cuenta bancaria de las víctimas para hacer extracciones no autorizadas o los números de sus tarjetas de crédito para hacer cargos adicionales.

Su red de seguridad: Pase por alto estos ofrecimientos. No envíe dinero hoy bajo la promesa de recibir un pago mañana.


6. Productos cura-todo

La carnada: Mensajes electrónicos que proclaman que un producto es una “cura milagrosa”, una “innovación científica”, un “remedio antiquísimo” — o una cura rápida y efectiva para una amplia variedad de dolencias o enfermedades. Generalmente se anuncian cantidades disponibles limitadas, se requiere el pago por adelantado y se ofrecen sin riesgo “con garantía de devolución del dinero”. No es raro que en estos mensajes se incluyan historias clínicas o testimonios de consumidores o médicos declarando resultados asombrosos.

La trampa: No existe ningún producto o suplemento dietario disponible por correo electrónico que pueda cumplir con sus declaraciones sobre la disminución del tamaño de los tumores, cura del insomnio, cura de la impotencia, tratamiento del mal de Alzheimer y prevención de la pérdida aguda de la memoria. Este tipo de declaraciones involucra el tratamiento de enfermedades; las compañías que deseen hacer declaraciones de este tipo deben seguir el procedimiento de prueba y revisión previo a la comercialización que requiere la FDA para todas las medicinas nuevas.

Su red de seguridad: Al momento de evaluar las declaraciones relacionadas al tratamiento de la salud, sea escéptico. Consulte a un profesional médico antes de comprar cualquier producto “cura-todo” del que se diga que puede tratar una amplia variedad de dolencias u ofrezca curas rápidas y soluciones fáciles para enfermedades graves. En términos generales cura-todo se traduce como cura-nada.


7. Estafas de sobrepago de cheques

La carnada: Mensajes electrónicos recibidos en respuesta a un anuncio de venta o subasta en línea colocado por usted, ofreciéndole pagar con un cheque de caja, personal o de una empresa. A último minuto, el individuo que se hace pasar por comprador (o el “agente” del comprador) argumenta alguna razón para emitir el cheque por un monto superior al precio de compra y le pide a usted que le gire la diferencia después de depositar el cheque.

La trampa: Si deposita el cheque, pierde. Generalmente, los cheques son falsificados pero son lo suficientemente buenos para engañar a los cajeros de banco inadvertidos; luego, cuando son rechazados usted es responsable de cubrir el monto total.

Su red de seguridad: No acepte un cheque por un monto superior al de su precio de venta sin importar cuán tentador pueda ser el argumento o lo convincente de la historia que le cuenten. Pídale al comprador que extienda el cheque por el monto del precio de compra. Si el comprador le envía un cheque por un monto incorrecto, devuélvaselo. No envíe la mercadería. Todo vendedor que acepte pagos en cheque, puede solicitar que le entreguen un cheque emitido sobre un banco local o cualquier banco que tenga una sucursal local. De esta manera usted puede apersonarse en el banco para asegurarse de que el cheque sea válido. Si no pudiera ir personalmente, llame al banco sobre el que se emitió el cheque utilizando el número que figura en la guía telefónica, el que obtenga en servicio de informaciones de abonados telefónicos o a través de un sitio de Internet conocido y confiable, y no al que le dé el emisor del cheque. Cuando se comunique con el banco, consulte su validez.


8. Ofrecimientos de crédito que requieren un pago adelantado

La carnada: Mensajes electrónicos que le anuncian que ha sido “precalificado” para obtener una tarjeta de crédito o un préstamo con una tasa de interés baja, o que ofrecen reparar sus malos antecedentes de crédito a pesar de que los bancos han rechazado sus solicitudes de crédito o préstamo. Para obtener lo que le ofrecen, usted tiene que adelantar el pago de un cargo de procesamiento de varios cientos de dólares.

La trampa: Un ofrecimiento precalificado legítimo significa que usted ha sido seleccionado para presentar una solicitud. Usted aún tiene que completar un formulario de solicitud de crédito o préstamo y todavía se lo pueden denegar. Si usted paga un cargo por adelantado por la promesa de un préstamo o tarjeta de crédito ha sido engañado. Es posible que exista una lista de prestadores, pero ningún préstamo, y la persona a la que usted le pague, se quedará con su dinero y desaparecerá.

Su red de seguridad: No pague a cambio de una promesa. Los prestadores que operan legítimamente nunca “garantizan” una tarjeta o préstamo antes de que usted lo solicite. Las entidades de préstamo legítimas pueden solicitarle que pague un cargo de solicitud, evaluación/tasación o de informe de crédito, pero es poco frecuente que le requieran el pago de estos cargos antes de que el prestador sea identificado y de que usted complete la solicitud. Además, los cargos generalmente se le pagan directamente al prestador y no al agente o persona que tramitó el préstamo “garantizado”.


9. Alivio de deuda

La carnada: Mensajes electrónicos que promocionan una forma de consolidar sus facturas en un pago mensual sin tomar dinero prestado; detener el acoso de acreedores, ejecuciones hipotecarias, incautaciones, gravámenes impositivos y embargos; o bien una manera de borrar sus deudas.

La trampa: Estos ofrecimientos con frecuencia comprenden procedimientos de bancarrota o quiebra, pero rara vez lo explicitan. Si bien la bancarrota es una forma de lidiar con problemas financieros serios, generalmente se la considera la opción de último recurso. La razón: tiene un impacto negativo de largo plazo sobre su capacidad de obtener crédito y su solvencia financiera. Una declaración de bancarrota figurará en sus informes de crédito por un período de 10 años, y esto puede presentarle dificultades para obtener crédito, empleo, seguro o hasta para conseguir un lugar para vivir. Y encima de todo, probablemente tenga que pagar los honorarios del abogado por la tramitación de los procedimientos de bancarrota.

Su red de seguridad: Cuando vea estos mensajes electrónicos, lea entrelíneas. Antes de recurrir a la quiebra o bancarrota, hable con sus acreedores sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo estableciendo un plan de pago modificado, comuníquese con un servicio de asesoría de crédito para que lo ayuden a desarrollar un plan de repago o considere cuidadosamente una segunda hipoteca o línea de crédito con garantía sobre el valor líquido de su vivienda (home equity line of credit). Una advertencia: Si bien un préstamo de este tipo puede permitirle consolidar sus deudas, también se le exigirá que ponga su casa como garantía colateral del préstamo. Si no puede cumplir con los pagos, podría perder su casa.


10. Esquemas fraudulentos de inversiones

La carnada: Mensajes electrónicos que promocionan “inversiones” que prometen altas tasas de retorno o ganancia con poco o nada de riesgo. Una de las versiones de esta estafa está a la búsqueda de inversores para formar un banco offshore. Otros ofrecimientos de este tipo dan una vaga información sobre la naturaleza de la inversión y enfatizan las tasas de retorno. Los promotores exageran su alto nivel de conexiones financieras; su acceso privilegiado a información confidencial; y prometen que garantizarán la inversión o que se la volverán a comprar. Para cerrar el trato, con frecuencia se basan en estadísticas falsas, tergiversando la importancia de un evento de actualidad o poniendo el acento en la calidad exclusiva de sus ofrecimientos.

La trampa: Muchos de estos esquemas no solicitados son una buena inversión para sus promotores pero no así para los participantes. Los promotores de inversiones fraudulentas operan una estafa en particular por un corto período de tiempo y gastan rápidamente el dinero que obtienen. A menudo, reinician sus operaciones con otro nombre para vender otra estafa de inversiones.

Su red de seguridad: Tómese su tiempo para evaluar la legitimidad de un ofrecimiento de este tipo: Cuanto más alta es la tasa de rendimiento de su inversión, más alto es el riesgo. No se deje presionar por un promotor para comprometerse en una inversión antes de que esté seguro de su legitimidad. Asimismo, contrate usted mismo a un abogado o contador para que revise el ofrecimiento de inversión.

La delincuencia en la era de la globalización

. Tipos de delincuencia

Si el delincuente es el "sujeto que delinque", o lo que es igual, "sujeto activo o agente del delito", entonces la delincuencia es la "calidad de delincuente", la "comisión de un delito" o un "conjunto de delitos en general, o referidos a un país o época".

A su vez, un diccionario puede decir que delito es la "culpa, crimen o quebrantamiento de la ley". Dicho de manera más precisa, es la "acción u omisión voluntaria, imputable a una persona que infringe el Derecho, y que es penada por la ley".

El Maestro Eduardo García Maynez señala que "se da el nombre de delitos a ciertas acciones antisociales prohibidas por la ley, cuya comisión hace acreedor al delincuente a determinadas sanciones conocidas con el nombre específico de penas".

En cuanto a la delincuencia, una definición elemental señala que "delincuencia es la conducta resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en que vive". A su vez, Herrero Herrero define la delincuencia como "el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados".

En un comunicado de prensa emitido por el Consejo Europeo de Tampere, realizado en octubre de 1999, y luego de la Conferencia de alto nivel celebrada en Praia da Falésia el 4 y 5 de mayo del 2000, la Comisión Europea llegó a la conclusión de que se "define la delincuencia como todo acto punible cometido por individuos o asociaciones espontáneas de personas. No obstante", indica el mismo documento, "esta definición engloba distintas realidades como:

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La delincuencia en sentido propio.
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La delincuencia con un nivel de infracción penal menos grave pero más frecuente.
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La violencia que afecta a los medios más diversos.

La falta de civismo, que incluye comportamientos asociales –o antisociales, como sería más apropiado decir– que no constituyen una infracción penal".

Ahora bien, el delito cometido por el delincuente no es del todo espontáneo, sino que puede ser premeditado y programado. Sin embargo, dependiendo del número de personas que lo cometa y ejecute, de los procedimientos que siga, de los recursos que utilice y de los objetivos que persiga, podrá haber, esencialmente, dos tipos de delincuencia:

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Delincuencia menor, y
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Delincuencia organizada.

En las próximas secciones de este capítulo se hablará de ellas, definiéndolas y explicando sus características particulares y ámbito de acción e influencia. Sin embargo, antes se hace obligado explicar que, por su escala de acción, también se puede hablar de una delincuencia estratificada: menor, intermedia y mayor, como la clasifica Leticia Salomón, del Foro Ciudadano de Honduras.

Como ya se verá, la delincuencia menor o delincuencia común es la más visible y temida, pero constituye la punta del iceberg. Al hablar de delincuencia intermedia y mayor se está hablando, de facto, de delincuencia organizada, y aunque todas ellas requieren de una mayor preparación de las fuerzas de seguridad pública, la organizada requiere, además, recursos tecnológicos e intelectuales muy avanzados.

1.1 Características y ámbito de acción de la delincuencia menor

El Maestro Eduardo García Maynez, y citando a Afallón y García Olano, señala que "el delito representa, generalmente, un ataque directo a los derechos del individuo (integridad física, honor, propiedad, etc.), pero atenta siempre, en forma mediata o inmediata, contra los derechos del cuerpo social".

Ello atañe a cualquier delincuente y a cualquier tipo de delincuencia, pues el sólo hecho de contravenir la ley –que por antonomasia busca la protección y salvaguarda de la integridad y tranquilidad del individuo– ya implica un atentado contra el orden social regulado por la ley.

La delincuencia menor es la cometida por un individuo, y cuando mucho, por dos, y que tiene por objetivo la comisión de un delito que podría ser ir desde una falta menor hasta una grave y calificada, pero que no trascienden su escala y proporciones, es decir, no son cometidos por bandas, no hay una gran planeación en los hechos delictivos, o no se pretende operar permanentemente a gran escala.

Leticia Salomón señala que "en la delincuencia menor se puede incluir algunos carteristas, asaltantes de buses, estafadores. Esa es la delincuencia más común, más popular, la que vemos y a la que le tenemos miedo. Entonces los ciudadanos comunes piensan que es un problema cuando transitan por determinadas zonas en que pueden asaltados y la gente asocia inseguridad con esto". Esa es la delincuencia callejera, la más ordinaria:

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Asalto a transeúntes.
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Carterismo.
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Violación.
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Robo de bienes y artículos menores.
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Robo a casas habitación.
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Robo de vehículos.
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Vandalismo.
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Grafitis y pinta de muros y monumentos.

Ahora bien, éstos y otros delitos pueden ser cometidos en grandes proporciones y por muchos individuos, con lo cual ya se convierte en una delincuencia organizada, tanto de nivel intermedio como mayor. Cuando se convierten en tales, se ha dado en decir que se convierten en la "industria del robo", "la industria del secuestro", la "industria del robo de vehículos", etc. Por supuesto, la delincuencia menor tiene las siguientes características, en términos generales:

El asaltante puede apelar o no a dos recursos para lograr sus objetivos:

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Una precisión técnico-manual elevada y precisa parea cometer el ilícito con rapidez, astucia y disimulo, y
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El uso de la fuerza con apoyo en ventajas físicas, e incluso, en el empleo de armas.

Normalmente existen compradores de bienes robados, que son quienes los adquieren de conformidad con tarifas ya existentes en el mercado negro, mismas que son fijadas por la oferta y la demanda así como por la situación del entorno local, nacional e internacional.

Regularmente, los delincuentes operan con apoyo de una red de corrupción entre autoridades intermedias (jueces calificadores, agentes del ministerio público del fuero común) y corporaciones de seguridad pública desde sus mandos y efectivos elementales hasta –cuando mucho– sus mandos medios (agentes de policía, jefes de sector, etc.).

1.2 Características y ámbito de acción de la delincuencia organizada

En general, hoy –en palabras de Cecilia Lozano Meraz– el crimen organizado significa un mecanismo de acumulación, robo y redistribución de capital propio de la economía informal, que también llega a formar parte de la economía formal local, nacional y global.

Evidentemente, en opinión personal, tiene serias implicaciones del orden económico, pues constituye una importante derrama de recursos, pues todo el capital generado y distribuido se cubre en efectivo. Un análisis estadístico y una investigación de campo precisarían mejor esta aseveración, aunque en este momento se toma como una premisa definitiva.

El crimen organizado se puede definir como "la delincuencia colectiva que instrumentaliza racionalmente la violencia institucional de la vida privada y pública, al servicio de ganancias empresariales con rapidez. Necesariamente vincula jerarquías de la burocracia política y judicial mediante la corrupción y la impunidad".

La investigadora jalisciense Cecilia Lozano Meraz señala algunas características concretas de la delincuencia organizada o crimen organizado, como también se le denomina, y que a continuación se describen en forma de lista junto con otras características observadas en otro análisis sobre el tema:

"Opera bajo una disciplina y códigos de comportamiento mafioso;

Actúa con la finalidad de obtener, en la forma de prácticas sociales recurrentes –enraizadas en la estructura del trabajo, a nivel local, nacional e internacional– ganancias rápidas sin inversión previa de capital, de origen ilegítimo e ilegal, mediante la apropiación de objetos de uso privado" y de propiedad ajena.

En otras ocasiones, recurriendo a las mismas prácticas, se comercializa con bienes, productos y servicios de origen ilegítimo e ilegal, con poca o ninguna inversión de capital.

La delincuencia organizada actúa de manera impune en la clandestinidad, protegida –y a veces también dirigida y operada– por autoridades corruptas, delincuentes de alto nivel, especialización y jerarquía, y posee capacidad para utilizar la fuerza en aras de lograr sus objetivos.

Con respecto a los bienes, productos y servicios ofertados por la delincuencia organizada, una vez que estos se ponen en circulación, "quedan definidos sus precios por las condiciones del mercado regional o mundial" –denominado, coloquialmente, mercado negro–, "siendo el mercado, escenario de esta criminalidad organizada".

Cecilia Lozano Meraz indica que como resultado del histórico esfuerzo de la humanidad por su supervivencia surgió el capitalismo, el cual presenta una doble dimensión dialéctica en sus formas de acumulación de capital que no necesariamente se implican desde el punto de vista de las relaciones jurídicas, aunque sí desde el punto de vista económico, a saber:

La acumulación de capital basada en el ahorro y el trabajo personal, de origen legítimo y legal, y

La acumulación de capital basado en actividades que dotadas de legalidad (falsa), son ilegítimamente obtenidas para los efectos jurídicos de sus métodos de generación y concentración de riqueza históricamente empleados: formas de crimen organizado.

Sin embargo, al constituir una actividad (o actividades) ilegales, aun cuando pudieran parecer licitas, caen de facto en el campo del derecho penal y, por ende, merecen especial estudio y análisis, a efecto de detectar, controlar, contrarrestar, disminuir y erradicar la acción y efectos de ésta o éstas, así como a los individuos y grupos que las llevan a cabo.

El sitio web de la Procuraduría General de la República (PGR) señala que "el concepto "delincuencia organizada" fue empleado por primera vez por el criminólogo norteamericano John Ladesco en 1929, para designar a las operaciones delictivas provenientes de la mafia".

En México, en 1993 al reformarse el artículo 16 Constitucional, se introduce por primera vez el concepto de "delincuencia organizada"; el 1° de febrero de 1994 entran en vigor importantes reformas al Código Penal Federal y a los Códigos de Procedimientos Penales, Federal y del Distrito Federal, en los que también se hace referencia a este concepto.

Este tipo de delincuencia –señala la PGR– fue designada con la palabra "organizada", ya que se refiere a la "asociación", a la "sociedad", a la "corporación", al "grupo", al "sindicato", a la "liga", al "gremio", a la "coalición", en sí a la "unión", como forma de conjuntar esfuerzos en grupo; y con el empleo de la violencia, soborno, intimidación y fuerza, los delincuentes llevaban a cabo sus actividades ilegales.

Ahora bien, es bastante común referirse a la delincuencia organizada bajo el sinónimo de mafia (o mob, como se le llama en Estados Unidos y Asia), y a los delincuentes en gran escala se les llama entonces mafiosos o gángsters. Ya se habló de la voz mafia.

A su vez, el término gángster deriva de la voz inglesa gang, que significa banda, siendo común llamarle gángster al miembro de cualquier banda en cualquier país de habla inglesa, independientemente de que sea criminal o no. Sin embargo, en México se ha tomado el término para connotar esa relación entre el gángster como miembro de una agrupación criminal.

En cuanto al término mafia, otra fuente informa que éste apareció por vez primera en un texto siciliano de 1658, pero su uso se extendió y se hizo común en toda Italia hasta el siglo XIX y, posteriormente, para el resto del mundo, según se explicó, gracias a John Ladesco.

De acuerdo con la definición etimológica de la palabra mafia, ésta proviene del idioma italiano, y significa "Red de asociaciones secretas sicilianas dispuestas a tomarse la justicia por su mano y a impedir el ejercicio de la justicia oficial por medio de un silencio concertado".

Así, a la luz de los sentidos que poseen las palabras gang, gángster y mafia, se puede ver que la delincuencia organizada, efectivamente, consiste en redes de grupos criminales con fines comunes y bien definidos y acordados, ya sea con presencia local o internacional.

Ahora bien, en relación con el tema que ha motivado el presente estudio, una de las mafias más famosas y, al mismo tiempo, de gran peligro, son las dedicadas al tráfico internacional de drogas. Si bien todas están armadas y no tienen contemplaciones hacia aquellos que amenazan su seguridad, las más conocidas actualmente son los llamados "cárteles", que son redes de traficantes de drogas principalmente de origen latinoamericano y, más específicamente, las colombianas y las mexicanas.

Así, en lo que toca a la geografía de la delincuencia y, más específicamente en materia de drogas, la atención del mundo está fijada desde finales de la década de los 1980 y principios de los 1990 en Colombia. Ello se debe esencialmente a las actividades ilegales de los cárteles colombianos en cuanto a:

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Producción y procesamiento de drogas (sobre todo, la cocaína).
*

Distribución regional e internacional (especialmente hacia México como puente a los Estados Unidos, y a este país, como destino de consumo final).
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Las acciones delictivas derivadas del narcotráfico, entre las que se puede mencionar básicamente a las siguientes:
o

Tráfico de armas.
o

Asesinatos.
o

Lavado de dinero.

Y precisamente una vez que se sabe lo que es una mafia, una gang, etc., se puede concluir que la actividad exclusiva o central de los cárteles, a diferencia de otras bandas internacionales, es el tráfico de drogas, en cualquiera de sus modalidades (heroicas, cannabis, etc.).

La fuerza de la delincuencia organizada radica en el establecimiento de "alianzas y vínculos" que logra en todos los niveles, incluyendo el político y el militar; con la ayuda de actos de corrupción logran su impunidad. Por ello, la delincuencia en su manifestación organizada constituye uno de los más graves y vitales problemas que dañan y perjudican a la humanidad.

Otro concepto sobre delincuencia organizada lo da la Corporación Euroamericana de Seguridad –con sede en España–, que indica que "se entiende por delincuencia organizada cuando más de tres personas acuerdan organizarse para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado cometer alguno de los delitos penados por las leyes nacionales e internacionales".

Una variante de esta definición señala que "se considera como delincuencia organizada la asociación de tres o más personas para realizar, de forma permanente o reiterada, conductas a fin de cometer algunos delitos". Esta definición se encuentra contenida en el artículo 282 Bis de la Ley Orgánica 5/1999, de 13 de enero vigente para España.

A su vez, la Comisión Europea señala que "la delincuencia organizada se define, de acuerdo con la acción común 98/733/JAI del 21 de diciembre de 1998, como una asociación estructurada, de más de dos personas, establecida y que actúa de manera concertada, con el fin de cometer infracciones punibles con penas privativas de libertad o de una pena más grave". Aquí, la pena de prisión puede ir desde uno a cuatro años, como mínimo, y la pena más grave puede llegar incluso al castigo con la muerte.

Siguiendo la clasificación de Leticia Salomón, ya citada antes, se hablaba de delincuencia intermedia y delincuencia mayor. Estas ya son formas de delincuencia organizada. "La delincuencia intermedia que se relaciona con asaltos a vivienda y con robos de automóviles especialmente para repuestos que significa cierto nivel de planificación, trabajo en equipo, especialización, recursos, labores de inteligencia, etc. La delincuencia mayor está vinculada a secuestros, asaltos de bancos, bandas de narcotraficantes. Esa delincuencia es la peor pero es la menos visible para la ciudadanía".

1.3 Tipos de delincuencia organizada y delitos cometidos por ésta

La delincuencia organizada, sin embargo, parece ser algo más antigua que el capitalismo como tal, y se inicia desde las formas y prácticas del imperialismo occidental y puede ser que en las formas imperialistas de la cultura humana en general.

"En un principio", señala Cecilia Lozano, "se dieron las prácticas del saqueo y el tráfico de aborígenes en América y África, procesos de despojo de medios de vida y de trabajo y la expropiación de tierras que usufructuaba consuetudinariamente la población campesina-sierva; y el robo o esclavización de niños para los talleres manufactureros".

Por supuesto, el saqueo, el tráfico de personas, el robo y otras formas de delincuencia ya existían desde el origen de la civilización misma: recuérdense las hordas de bárbaros que asolaban Europa Central y Asia en tiempos del Imperio Romano –Atila y los Hunos es un ejemplo– y aun antes.

Evidentemente, éstas ya constituían formas de delincuencia organizada puesto que existían jerarquías definidas –el jefe, su lugarteniente, sus matones personales, etc.–, funciones y atribuciones conforme a dichas jerarquías, reglas para sus integrantes, derechos y obligaciones, métodos de acción y formas de operación, cuotas, modos de impunidad, etc., aunque se hace más notoria en el colonialismo occidental posterior a los siglos XVII y XVIII.

Posteriormente, las formas de piratería dieron origen a nuevas formas de delincuencia organizada, una de ellas incluso premiada por los gobiernos de las naciones en pugna. Así, surgió el pirata, que era un "ladrón de mar, cruel y despiadado", que destruía barcos pero que trabajaba para sí mismo y para sus propios fines, sin ley ni bandera.

Asimismo, había piratas que se hacían llamar corsarios; otros, bucaneros, y otros más, filibusteros. La palabra filibustero proviene del holandes ‘vrij bouiter’, ‘el que va a capturar botin’, que en inglés será ‘freebooter’ y en francés ‘filibustier’.

Para España serán bandidos y piratas; para las naciones adversarias del poder peninsular son bandidos... o aliados. Nada de eso preocupa a los filibusteros mismos, por esencia libertarios a quienes nada importa como no sea su condición de hombres libres, en el mar que es la libertad, y agrupados".

En cuanto al concepto de bucanero, esta palabra tuvo su origen hacia inicios del siglo XVII, en el norte de la isla de La Española (hoy Santo Domingo), explorada y ocupada desde los tiempos de Colón pero con poco valor e interés para los españoles.

Ahí se radicaron numerosos aventureros, esclavos blancos y negros, fugitivos, prisioneros huidos, que aprendieron de los indios arawacos a preparar el "bucan", la carne ahumada de jabalí y otros animales que cazaban en la boscosa región.

Su negocio era comerciar carne ahumada y frutos varios con los barcos en travesía. Pero en 1620 los españoles les atacaron para hacerse de ese comercio y desarticular a ese núcleo extranjero y no católico. La derrota es fácil, pero no su captura.

Un gran numero cruzó el canal que separa a la isla La Española de la isla de La Tortuga (en Costa Rica) y se refugiaron allí, donde la residencia fue permanente, volviendo a la isla mayor a cazar, pero no a quedarse. El ataque trajo otra consecuencia: la necesidad de defenderse en conjunto y organizarse. Así, en la legendaria isla Tortuga nació la Cofradía después de 1620 y sobrevivió hasta 1700.

Estos, sin embargo, no eran delincuentes organizados en flotas navales con fines de pillaje y saqueo, sino una gran comunidad de hombres libres organizados para defenderse y mantener su calidad de vida en una época en la que ser diferente de los cánones requeridos por la corona española era sinónimo de ser su enemigo. Por tanto, no puede ni debe confundirse con una forma de delincuencia.

Una primera definición señala que "un corsario era aquel quien, al mando de una embarcación o grupo de ellas, se dedicaba a la piratería en nombre de su rey". Sin embargo, otras fuentes atribuyen su surgimiento al fenómeno naval de la Isla Tortuga de Costa Rica. Por ejemplo, que la consolidación del capitalismo y de los poderes imperiales europeos en el Caribe acabó con la experiencia de los Hermanos de la Costa, radicados en la Tortuga.

Entonces, "el filibustero se hizo ‘corsario’ –agente de potencias europeas con patente de corso para asaltar enemigos del país al que servía–. Otros cayeron en un mero bandidaje naval que perdió todo matiz anarquizante". Uno de los corsarios más famosos fue Sir Francis Drake, quien incluso fue nombrado Caballero de la Reina por sus servicios a Inglaterra.

Existen, según se ha podido observar durante la investigación, los siguientes tipos de delincuencia organizada:

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Delincuencia organizada local.
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Delincuencia organizada nacional.
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Delincuencia organizada transnacional.

Delincuencia organizada local.- Por deducción, se puede definir como la delincuencia –consistente en una banda o varias bandas vinculadas– que opera en una escala territorial menor, ya sea una comunidad, municipio o estado, y que generalmente opera en esa demarcación y rara vez fuera de ella.

Delincuencia organizada nacional.- Como la anterior, puede consistir en una sola banda de grandes proporciones o varias bandas asociadas, que opera dentro de una escala relativamente mayor, y ya se le reconoce como una delincuencia mayor, pues actúa en varias ciudades y provincias o estados y, potencialmente, puede llegar a tener nexos con otras bandas nacionales e internacionales.

Delincuencia organizada transnacional.- Cuando la delincuencia organizada construye conexiones con organizaciones similares formando redes en todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas la identifica como delincuencia organizada transnacional. También se le denomina delincuencia organizada transfronteriza, como le denomina la Comisión Europea.

Así, las organizaciones dedicadas a la delincuencia organizada emprenden operaciones ilegales de tipo financiero, mercantil, bancario, bursátil o comercial; acciones de soborno, extorsión; ofrecimiento de servicios de protección, ocultación de servicios fraudulentos y ganancias ilegales; adquisiciones ilegítimas; control de centros de juego ilegales y centros de prostitución.

La Corporación Euroamericana de Seguridad señala que algunos delitos cometidos por las bandas organizadas de criminales, tanto en el nivel local como en el nacional e internacional, son los siguientes:

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Terrorismo.
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Acopio y tráfico de armas.
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Tráfico de indocumentados.
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Tráfico de órganos.
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Asalto.
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.Secuestro.
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Tráfico de menores.
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Robo de vehículos.

1.4 Modus operandi de la delincuencia organizada

La Procuraduría General de la República señala que la delincuencia organizada funciona de la siguiente manera:

"La delincuencia organizada tiene un eje central de dirección y mando, y esta estructura opera en forma celular y flexible, con rangos permanentes de autoridad, de acuerdo a la célula que la integran;

Alberga una permanencia en el tiempo, más allá de la vida de sus miembros;

Tiene un grupo de sicarios a su servicio;

Tiende a corromper a las autoridades; (en este punto y el anterior hay dos de los recursos conocidos para el cumplimiento de sus objetivos), y

Opera bajo un principio desarrollado de división del trabajo mediante células que sólo se relacionan entre sí a través de los mandos superiores".


2. Modelos de legitimación de la delincuencia organizada

Según el art. 1.2 de la Ley 19/1993 Española de fecha 28 de diciembre de 1993, se entiende por blanqueo de capitales, "la adquisición, utilización, conversión o transmisión de bienes que procedan de alguna de las actividades enumeradas en el apartado anterior o de participación en las mismas, para ocultar o encubrir su origen o ayudar a la persona que haya participado en la actividad delictiva a eludir las consecuencias jurídicas de sus actos, así como la ocultación o encubrimiento de su verdadera naturaleza, origen, localización, disposición, movimientos de la propiedad o de otros derechos sobre los mismos, aun cuando las actividades que las generen se desarrollen en territorio de otro Estado".

Este es, actualmente, el medio más utilizado de legitimación que la delincuencia organizada utiliza para la legitimación de sus bienes, y en México se le conoce como "lavado de dinero". Este medio, que a su vez es considerado también un delito, encuentra sus principales hechos generadores en otros tres delitos:

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El narcotráfico;
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La corrupción, y
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La evasión fiscal.

Dichos delitos, desde hace varios años, han encontrado en México el sitio ideal para florecer, pues las condiciones económicas, políticas y sociales por las que este país ha atravesado durante al menos los últimos 25 años, han permitido su desarrollo.

Así, el lavado de dinero no se desarrolla en unos pocos países, sino en muchos, pues la corrupción no se circunscribe a unas cuantas naciones sino que la fomentan las naciones grandes al oprimir de facto a otras –generando pobreza y, por ende, encontrando los pueblos el delito como única fuente de ingresos–, mientras que las naciones pequeñas o pobres la cultivan bajo el supuesto de que es una de sus pocas oportunidades de sobresalir y paliar la miseria.

El lavado de dinero, como delito, no es nuevo dentro de los negocios tanto ilegales como ilegítimos, pues los antecedentes más cercanos sobre su comisión se remontan a apenas la primera mitad del siglo XX y, a manera de ironía, en el país que se ha convertido en su principal perseguidor: los Estados Unidos de América.

Así, los primeros capitales lavados se efectuaron, como ya se dijo, en la Unión Americana, durante la década de los años 1930 y 1940, en el período conocido como "La Ley Seca", ya que en esos tiempos la venta y distribución de alcohol se consideró ilegal.

De tal forma, legendarios criminales –como Al Capone y Lucky Luciano– crearon compañías con el fin de ocultar el dinero obtenido de sus actividades delictivas y hacerlo aparecer como el fruto del trabajo honrado. Para mayor detalle, estas compañías fueron, esencialmente, lavanderías.

Asimismo, otras teorías indican que el lavado de dinero se generó durante la Segunda Guerra Mundial, pues se establecía que tanto Italia como Alemania enviaban oro a diversos bancos existentes en Suiza para generar divisas por concepto de intereses.

Dicho oro era obtenido básicamente a través del saqueo realizado por las tropas de estas naciones en los distintos países que eran dominados por ellos. Asimismo, se obtenía de las incautaciones que las tropas nazis realizaban sobre los bienes de los judíos que eventualmente eran enviados a los campos de exterminio. Posteriormente, el oro se fundía y se vendía en lingotes a destinatarios desconocidos contactados por los bancos suizos.

"Al concluir la Segunda Guerra Mundial, Suiza se pobló de bancos, los cuales, con el fin de obtener recursos para poder operar, recibieron grandes sumas de capitales cuyos orígenes eran inciertos y, siguiendo el sigilo bancario, los inversionistas no encontraron impedimento alguno para realizar sus depósitos. Sin embargo, es preciso destacar que este problema cobró cada vez más relevancia a partir no sólo de la globalización de los mercados financieros, sino del incremento en el tráfico de drogas, negocio en considerable crecimiento, pues en la actualidad, después de la venta de armas, el de las drogas es la industria más rentable del planeta".

A partir de esto, la necesidad de sancionar las conductas tendientes a legitimar el dinero ilícitamente obtenido, como un intento de neutralizar los beneficios económicos derivados del tráfico de drogas, pues este negocio, al empezar a producir ganancias exorbitantes, también requirió de importantes contactos en el mundo financiero legalmente operante para legitimar dichas ganancias.

Así, en México, la autoridad normalmente se ha dado en perseguir los grandes cargamentos de droga a través de carreteras, transportación aérea o embarques navales, siendo que debería haber sido de otra manera esa persecución desde el principio, o bien, establecer estrategias alternas tendientes a dicha labor.

Por ejemplo, desde el principio se debieron haber perseguido los capitales financieros reciclados a través de las actividades de bancos y casas de crédito y finanzas, por medio de una permanente e intensa evaluación de la actividad de dichas instituciones así como de la procedencia de los fondos que obtenían.

Por supuesto, los vacíos legales así como otras cuestiones (el derecho al secreto bancario) constituyeron fuertes impedimentos a tal labor. Sin embargo, cada vez hay más naciones que han establecido mecanismos legales y creado normas en materia de lavado de dinero. Asimismo, han establecido líneas de comunicación numerosas y eficientes en el ámbito internacional dentro del orden económico y financiero para detectar este tipo de actividades.

El propósito de ello es reforzar y extender los mecanismos de cooperación internacional así como los acuerdos específicos con respecto al estudio y persecución de las distintas formas de actividad criminal, entre las que se pueden contar el terrorismo y el lavado de dinero.

"A diferencia de lo ocurrido en la mayoría de los países, el lavado de dinero había carecido en nuestra nación de un ordenamiento jurídico específico. Es hasta hace relativamente poco que lo encontramos en México. Podemos decir que el lavado de dinero se ha originado de tres formas".

La primera, considerada la más importante, es el narcotráfico; la segunda se refiere al traslado de dinero a Estados Unidos de Norteamérica por maniobras de evasión fiscal o fraudulentas, y la tercera, de magnitud considerable que involucra prácticamente a componentes del sector público, se encuentra representada por la corrupción, actividad a través de la cual los responsables obtienen grandes cantidades de dinero, mismas que son canalizadas hacia negocios con los que, de la noche a la mañana, surgen prósperos empresarios, cuando sus ingresos reales declarados no serían capaces de permitirles desarrollar este tipo de vida o actividad económica.

Casos como los mencionados son los de Carlos Cabal Peniche, Raúl Salinas de Gortari e Isidoro Rodríguez, alias "El Divino" y otros tantos y tantos personajes contenidos en las listas negras del Fobaproa y otros expedientes fraudulentos como el llamado Pemexgate, Los Amigos de Fox y otros de triste memoria.

Ahora bien, el lavado de dinero no es sino resultado de las ganancias obtenidas por la actividad ilegal de los cárteles así como de su complejidad como microsociedad, pues al operar a manera de una empresa transnacional, observa los principios inherentes a éstas, tales como:

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La gestión administrativa, contable y financiera.
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El establecimiento y operación de canales y sistemas de comunicación e información interna.
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La especialización y división del trabajo.

Ahora bien, la estructuración de los especialistas de acuerdo con las necesidades del cártel, no sigue un patrón específico, pues recuérdese que es, ante todo, una organización criminal y, por tanto, clandestina. No obstante, es posible, tras la observación, afirmar que tiene la siguiente distribución, más o menos aproximada:

Los gestores financieros, administrativos y contables del cártel. Estos trabajan directamente bajo la dirección de los jefes del cártel, y manejan las cuestiones financieras, para lo cual requieren de un consejero financiero, que es el comisionista.

Los comisionistas son hombres que operan hacia fuera del cártel, y cuya función, como ya se dijo, consiste en asesorar a los jefes de esta organización sobre el empleo más eficaz de las ganancias de acuerdo a la circunstancia histórica del momento.

Los cambistas, que son quienes normalmente fungen como prestanombres para legitimar la existencia de las ganancias.

El lavador de dinero.

Por su parte, el lavado de dinero observa el siguiente ciclo:

La célula encargada de vender la droga y recabar el dinero, lo transfiere al cambista. En ese momento, el dinero deja de estar bajo el control del cártel, pero sólo formalmente, porque es bien sabido que si alguien lo roba, lo puede pagar con la vida.

El cambista transfiere el dinero a la organización dedicada al lavado de dinero, donde los fondos, una vez procesados son finalmente devueltos al representante cambista en el sitio donde resida el cártel.


3. Recursos tecnológicos de la delincuencia organizada

En su obra "El Leviatán", el filósofo inglés Thomas Hobbes, respecto a las causas que generan al Estado, expone que "la causa final, fin o designio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos (en la que los vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por añadidura, el logro de una vida más armónica".

Posteriormente, el mismo autor señala que "la misión del soberano (sea un monarca o una asamblea) consiste en el fin para el cual fue investido con el soberano poder, que no es otro sino el de procurar la seguridad del pueblo". Pero, además, especifica que, "por seguridad no se entiende aquí una simple conservación de la vida, sino también de todas las excelencias que el hombre pueda adquirir para sí mismo por medio de una actividad legal, sin peligro ni daño para el Estado".

Tal es el fin del gobierno como parte de la ecuación del Estado moderno; sólo que, en los últimos tiempos, la violencia y los crímenes se han salido de los esquemas tradicionales: Dejó de ser una delincuencia menor, una delincuencia doméstica, para convertirse en una delincuencia organizada, en una delincuencia transnacional, con influencias provenientes del extranjero, incluyendo la tecnología. Así, ciudadanía y autoridades se enfrentan a una delincuencia más preparada tanto en lo técnico como en lo intelectual. Podría decirse que ésta también fue bañada por la globalización.

Para los Doctores Víctor F. Olea y Abelardo Flores, "globalización es el nombre genérico que las ideologías dominantes atribuyen al actual proceso de mundialización capitalista, y que tales estrategias responden a diversas estrategias para internacionalizar el capital". Por tanto, "la globalización –junto a la regionalización– es una forma peculiar que asume la internacionalización del capital en la actualidad", según palabras de Víctor Manuel Rodríguez Ramírez, egresado de la Universidad Madero.

Así, la delincuencia, junto con sus técnicas, métodos, ideología –si es que se puede hablar de que el crimen tenga una ideología o una filosofía reales y en el sentido correcto de dichos términos–, etc., dijo, también fue alcanzada por los beneficios de la globalización, al poder asociarse con bandas internacionales y organizaciones dedicadas al terrorismo, el secuestro, el narcotráfico, la trata de blancas, el robo de autos y una lista aún más larga y terrible.

De esta forma, los gobiernos contemporáneos, si es que desean triunfar en el combate a la delincuencia, deben emplear todos sus recursos –y disponer de muchos otros nuevos– así como recurrir a nuevas técnicas de investigación y análisis, o incluso, crearlas. Para ello, deben estar en condiciones no sólo de adquirir tecnología o nuevos métodos, sino aplicar una nueva mentalidad en tal labor: una visión más crítica, un pensamiento más analítico, una mente más lógica –que, por supuesto, no descarte incluso aquello que parezca ilógico o descabellado–, mayor capacidad de juicio, etc.

¿ NO EXISTEN EN CHILE LOS SICARIO ?

Si bien la palabra sicario es utilizada desde hace miles de años, hoy en día cuando se habla de ellos se hace alusión, ni más ni menos, que a los asesinos a sueldo o por encargo. Generalmente son pistoleros profesionales que actúan como mercenarios, brindando sus servicios al mejor postor. En Latinoamérica llegan a constituir autenticas bandas organizadas, incluso forman parte de grupos parapoliciales de fuerte importancia.

Un notorio intento de asesinato por encargo ocurrió el 17 de junio de 1999 en Madrid, Laura Fernández Navarro, por aquel entonces esposa del polémico abogado Emilio Rodríguez Menéndez, contactó con Ignacio Rocha, miembro de la banda de 'Casper', para acabar con la vida de su marido.

Cuando el mercedes del abogado estaba llegando a la puerta del garaje de la vivienda, una motocicleta Kawasaki ZZR600 se aproximó al lado derecho del coche y el hombre que viajaba de paquete sacó un revólver y disparó a Rodríguez Menéndez, alcanzándole en el pulmón. Tras chocar contra varios coches y arrancar dos árboles, el chofer y guardaespaldas, Daniel Maristany Ruiz, sacó una pistola y disparó ocho veces contra los motoristas que huían, hiriendo al ocupante que iba detrás.

Los sicarios, como cualquier asesino a sueldo, ejecutan todo tipo de trabajos relacionados con el crimen, sus intereses son únicamente económicos, por eso brindan sus servicios profesionales a cualquiera que los requiera. Llegan a hacer del sicariato una autentica forma de vida, llegando a ser una profesión muy bien remunerada. Muchas veces, esta practica se desempeña por cuestiones de lealtad, con un mismo jefe o patrón, pero no dudan en aceptar otro trabajo a modo de "horas extras".En algunos casos, los sicarios suelen haber tenido un entrenamiento previo. Muchos son antiguos miembros de fuerzas policiales o militares de países del Este o de Latinoamérica.


De ahí su gran pericia para ejecutar crímenes por encargo sin dejar rastros, ya que saben perfectamente lo que tienen que realizar y cómo hacerlo. En otros casos, suelen ser jovenes inexpertos que ven en la práctica del sicariato una forma facil de sobrevivir.

Los trabajos más frecuentes que desempeñan los sicarios son los asesinatos de personalidades importantes, como empresarios, personajes gubernamentales, miembros de algún grupo mafioso rival o simplemente un enemigo del cliente. "El sicario mata y se va", describe un alto mando policial en un articulo publicado en el diario La Razón, incluso llegan desde otros países para cometer el crimen y rápidamente regresan. También colocan bombas, provocan accidentes o actúan de defensores de un objetivo.


Generalmente, los sicarios actúan de dos maneras claramente identificables.



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En público, es decir, eliminando al objetivo indicado sin importar que se encuentren otras personas alrededor, presentando el hecho como un simple acto de terrorismo o incluso un asalto.

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De manera "limpia", sin testigos que los comprometan (o eliminando también a quienes pudieron ver el crimen), de manera rápida y efectiva. Comúnmente también se conoce como modo "disfrazado" cuando el hecho criminal se fuerza para que parezca un accidente, un suicidio o una muerte en circunstancias poco habituales.

Estos mercenarios prefieren actuar en solitario, ya que es un trabajo que conlleva muchos peligros. Incluso el contacto con quienes requieren sus servicios es muy puntual y suele realizarse a través de otros miembros de la organización, para no llegar a verse las caras el sicario ejecutor y el contratante, una forma de evitar futuros problemas.


Modus operandi del sicario en España

El modus operandi de los sicarios en España es muy sencillo, el contratante se pone en contacto con un miembro de la organización criminal, este miembro a su vez contrata a un sicario sudamericano para que viaje a España a realizar el trabajo. Este ultimo, en el mismo momento de llegar a España, se mantiene oculto en un piso franco hasta que llega el momento de ejecutar la acción, tras realizar el trabajo vuelve de nuevo a su pais a la espera de otro trabajo.

También varía mucho la suma que obtendrán dependiendo del objetivo. Un importante hombre de negocios, una persona relacionada con el gobierno o un capo de la mafia, les reportará un beneficio económico mucho mayor que el de acabar con el de una persona sin notoriedad pública. Aun así, siempre hay sicarios dispuestos a realizar ese tipo de trabajos "menores".

Según las fuerzas policiales, los sicarios no conforman un verdadero problema en España. Pero las cifras indican que esta clase de homicidas han perpetrado entre un 5 y un 10 por ciento de las muertes violentas en territorio español durante los últimos años y no suelen ser detenidos. Números, de todos modos, muy distintos a los reflejados en Latinoamérica. En ese continente, los sicarios, cuando optan por trabajar en grupo, forman verdaderos ejércitos.

No es casualidad que la mayor presencia de asesinos a sueldo se de en los países clave relacionados con el tráfico de drogas. Los sicarios colombianos, muchos de ellos al servicio de los clanes de narcotráfico, son afamados y suelen ser contratados de otros países para realizar encargos. En México, los pistoleros de los estados limítrofes con los Estados Unidos, son temidos y forman verdaderas organizaciones delictivas que imponen sus propias leyes en sus respectivos territorios. También en Paraguay, uno de los grandes proveedores mundiales de marihuana, los mercenarios -muchas veces de nacionalidad brasileña- trabajan defendiendo las plantaciones de cannabis. Mientras tanto, en Brasil, ya forman cuerpos armados capaces de enfrentarse a cualquier fuerza del orden.


Origen etimologico

El origen de la palabra "sicario" se remonta a la ocupación romana en Palestina. La secta judía de los "sicarios" también conocidos como "Celotas" fueron los primeros en utilizarlo durante la ocupación romana a Palestina, el si carii era la persona que escondía un puñal llamado "sica" entre sus ropas y apuñalaba a romanos o simpatizantes de los mismos durante las asambleas públicas. Aunque, bien es sabido, ese vocablo ha perdurado a lo largo del tiempo y hoy tiene un significado distinto, que es el de denominar a asesinos a sueldo, simples mercenarios, que pueden actuar en solitario o en grupo logrando sembrar el miedo entre sus enemigos.

PERFIL DE LOS AGRESORES SEXUALES

Presentes en todos los seres humanos, la agresividad y el instinto sexual están en las bases de su personalidad y correctamente utilizados potencian comportamientos que aseguran la supervivencia individual y colectiva (defensa y reproducción). La dirección y el control de estos factores, mostrados con intensidad variable a lo largo del desarrollo personal y de un modo variado entre los distintos individuos, puede estar en la base de comportamientos asociales concretados en actos conceptuados como "agresión sexual", por estar dirigidos contra víctimas que los padecen.

Analizar las bases biológicas, los factores sexuales, los factores sociales, las distorsiones cognitivas y la personalidad de los agresores sexuales y encontrar aspectos distintivos permitirá concluir si debemos hacer caso de los tópicos o de las ideas apriorísticas que al respecto existen y cómo las investigaciones confirman si algunos de estos aspectos pueden o no ser señalados como integrantes del perfil de este tipo de "agresores-delincuentes" y, en consecuencia, qué tipo de acciones preventivas o reeducadoras se pueden establecer teniendo en cuenta los mencionados aspectos.


1.- Análisis de las bases biológicas:

El impulso sexual y el interés por el sexo, en cada persona cambiantes y diferenciados por épocas y etapas y distintos, tienen una base genética y están modelados o modificados por procesos de aprendizaje y por la socialización específica de cada individuo, MARSHALL (2001:87). Está comprobada la importancia que en el impulso sexual tiene la testosterona, hormona sexual fundamental en la sexualidad masculina. Podríamos suponer que un exceso o un funcionamiento anormal de esta hormona estaría en la base de un comportamiento sexual cuya intensificación llevase a la agresividad. Sobre la relación de los niveles de testosterona con la agresividad sexual, los resultados de los estudios son dispares. Berlín y Meinecke (1981), Meyer-Bahlburg, Nat Boon, Sharma y Edwards (1974) señalan, en efecto, altos niveles de la hormona en delincuentes sexuales masculinos. Money (1995), por su parte, considera que el sadismo sexual es una "enfermedad cerebral" influida por un funcionamiento hormonal deficiente. Pero "cuando los hombres son adultos, la relación entre los niveles hormonales y el impulso sexual carece de importancia", (MARSHALL, 2001:88), como afirman Hucker y Bain, 1990). Así, "sólo se dan niveles anómalos de esteroides en algunos delincuentes sexuales diagnosticados como sádicos" (MARSHALL, 2001:88), que son minoría dentro de los individuos de los que estamos tratando.

En cuanto a la posibilidad de que un comportamiento sexual delictivo sea motivado por algún tipo de anomalía cerebral, como apunta Langevin (1990), hay que concluir, por el momento, que las pruebas realizadas no aportan resultados concluyentes y que debemos continuar teniendo en cuenta, necesariamente, la relación entre procesos orgánicos y aprendizaje social (MARSHALL, 2001:89), que se condicionan mutuamente.

Comportamientos sexuales "desviados" o "delictivos", como la preferencia sexual por los niños o el incesto, quedan al margen de las tendencias sexuales comunes establecidas por la evolución humana, que tiene como objetivo principal el asegurar la perpetuación de la especie. En el caso específico del interés por víctimas prepúberes, parece que los ejecutores padecen un fallo en los "detectores de la juventud", que así "actúan sin restricciones y, en consecuencia, el niño prepúber se convierte en el objetivo sexual más atractivo" (MARSHALL, 2001:90-91). En cuanto al incesto -tabú en la mayoría de culturas, ordenamientos morales y jurídicos-, atendiendo a lo señalado por Quinsey y Lalumiere (1995), que fundan el tabú al incesto en la aversión por mantener relaciones sexuales con personas a las que se ha atendido intensamente durante su infancia (MARSHALL, 2001:91), podemos deducir que "los padres que han tenido poco contacto con sus hijas probablemente no han adquirido esta aversión", (MARSHALL, 2001:91).


2.- Importancia de los factores sexuales:

Los estudios muestran que, en general, los delincuentes sexuales dan la sensación de utilizar el sexo como manera de afrontar las dificultades más que otros hombres (Cortón y Marshall, 2000); piensan mucho en el sexo, no necesariamente desviado o delictivo; en un buen número han sido víctimas de abusos sexuales en su infancia y juventud (MARSHALL, 2001:96); y su interés por el sexo desviado sólo es un factor que tener en cuenta, no el factor fundamental generador de su delincuencia. "Es posible que las agresiones sexuales sean tan solo una respuesta al estrés, respuesta que posteriormente se lleva a la práctica, no porque satisfaga impulsos desviados, sino porque reduce temporalmente su malestar", (MARSHALL, 2001:95). No existe, así, de modo general, relación entre la excitación sexual y los estímulos desviados, como aplicando simplemente inferencias lógicas (quien presenta una conducta sexual desviada es que es permeable a estímulos sexuales desviados, los cuales influyen y mediatizan su comportamiento) se pensaba en los primeros tratamientos conductuales (McGuire, Carlisle y Young, 1965). Aunque las primeras investigaciones con un número reducido de violadores pusieron de manifiesto en ellos gran excitación ante las escenas de violación, los resultados de estudios con muestras mayores confirman que los violadores tienen "respuestas esencialmente normales" ante el aludido estímulo, (MARSHALL: 2001:93), y que lo mismo ocurre en el caso de los delincuentes actores de incesto.


3.- Influencia de los factores sociales:

Está claro que una buena parte de delincuentes sexuales sufren un bajo nivel de autoestima (Finklehor, 1984; Groth, 1979; Tanay, 1969, entre otros). Esta baja autoestima, que les lleva a manifestar y ejecutar una violencia compensatoria sobre objetivos, como los niños y las mujeres, percibidos por estos delincuentes como más débiles e indefensos y por tanto de fácil acceso (BAUMEISTER, SMART y BODEN, 1996; y MARSHALL, 2001:97), es sumamente importante en temas de relación social como la empatía, muy baja en estos individuos; la aparición en ellos de dificultades para una relación de pareja equilibrada; la existencia de interpretaciones egoístas del entorno; una sensación profunda de soledad y, en general en una incompetencia social que genera escasas habilidades para entablar las relaciones sociales que todo ser humano intenta propiciar. Además, debemos tener en cuenta que lo anteriormente señalado impide que los agresores sexuales puedan ponerse en el lugar del otro y ser conscientes del daño o angustia emocional que causan. El fracaso relacional provocado por estos factores alimenta conductas sexuales agresivas compensatorias que no logran sino entorpecer y deteriorar la situación. "Estas dificultades suelen acabar causándoles problemas en sus relaciones sentimentales" (MARSHALL, 2001:99). Así apreciamos problemas de socialización en el sentido de que son difíciles las relaciones normales con los demás, en un proceso que va encadenando progresivos deterioros de las habilidades necesarias para la mejora de la sociabilidad y alimenta la incompetencia social de los delincuentes sexuales. El conocimiento de la historia individual de estas personas, con análisis de sus comportamientos de sociabilidad, "nos hace pensar que los delincuentes sexuales debieron tener unas débiles relaciones de apego con sus padres, una falta de relaciones íntimas con los demás, pocas habilidades interpersonales y un profundo sentimiento de soledad" (MARSHALL, 2001:99), y ello puede animarles a satisfacer su necesidad de relaciones normales mediante las agresiones sexuales.


4.- La importancia de las distorsiones cognitivas:

Los delincuentes sexuales tienen una percepción distorsionada de sus acciones y de la repercusión de las mismas en los demás. Para ellos es importante, dada su baja autoestima, mantener su propia visión de las cosas, por lo que interpretan subjetiva y erróneamente las reacciones de sus víctimas posibles y reales. Se advierte en la mayor parte de ellos que esta interpretación es interesada en su propio favor (Murphy, 1990; Segal y Stermac, 1990), lo que les faculta para sus acciones (Hudson y otros, 1993), pues actúan convencidos de que, en realidad, gran parte de sus víctimas no sólo aceptan las acciones de que son objeto, sino que, en mayor o menor grado, las desean. Esto les impide percibir el daño que causan, les lleva a minimizar la importancia de sus acciones y sus efectos, a negar total o parcialmente los hechos o a no responsabilizarse de ellos argumentando con cualquier excusa que sirva de justificación. Pero hay que tener en cuenta que "la inmensa mayoría de los delincuentes sexuales saben que sus acciones no son correctas" (MARSHALL, 2001:104). La distorsión cognitiva, menor en los delincuentes con mayor autoestima, es el mecanismo básico de justificación que les permite admitir su conducta errónea y reincidir o persistir en ella. Por lo tanto, una posible acción preventiva o terapéutica con estos delincuentes puede ser intentar aumentar su autoestima, pues así disminuirá la distorsión cognitiva de sus actos, con lo que, al mejorar su percepción real, podremos conseguir una mayor empatía hacia las víctimas (Anderson y otros, 1997).


5.- La personalidad:

Pudiera establecerse la hipótesis, en un principio, de que la comisión de delitos sexuales vendría motivada por una personalidad trastornada o con algún tipo de problema o alteración. Sin embargo, los estudios y pruebas realizadas al respecto no parecen, por el momento, avalar esta hipótesis. Tal vez los motivos de los resultados encontrados radican en la distinta concepción de la "alteración de la personalidad" utilizada por los distintos investigadores, y en la dificultad para que los delincuentes sexuales encuestados al respecto hablen libre y abiertamente de sus actos y pensamientos. Ello provoca que sea "poco probable que nos podamos formar una idea clara de la naturaleza parafílica de los delincuentes sexuales en el futuro" (MARSHALL, 2001:106). También hay que descartar "la posibilidad de que los delincuentes sexuales se caractericen por trastornos psiquiátricos que les impidan controlar su comportamiento sexual" (MARSHALL, 2001:105). Advertimos que hay discrepancias entre los distintos estudios acerca de la existencia de parafilias en estos delincuentes. Algunos autores señalan numerosos casos de su presencia (Abel, Becker, Cunningham-Rathner, Mittleman y Rouleau, 1988), lo que contrasta con los resultados de Marshall, Barbaree y Eccles, 1991, que sólo las encuentran en un 12 % de los estudiados. Tampoco hay resultados que avalen la hipótesis de las personalidades problemáticas o inusuales en los delincuentes sexuales, aunque aparece en ellos, con cierta frecuencia, la psicopatía (MARSHALL, 2001:107). Para concluir, podemos afirmar que, aunque pudiera parecer lo contrario en un principio, las personalidades de los agresores sexuales son en general y a grandes rasgos muy semejantes a las de las demás personas.

Lo más despreciable .. EL TERRORISMO

LO escribió memorablemente Chateaubriand en sus Memorias de ultratumba: “Nunca el crimen será a mis ojos un objeto de admiración ni un argumento de libertad; no conozco nada más servil, más despreciable, más cobarde, más obtuso que un terrorista”.

El terrorista es el ser más servil porque ofrece incondicionalmente sus crímenes a una causa que considera sublime, superior, noble, en aras de la cual todo se vale. Él es un servidor fiel, incondicional, rastrero, abyecto de esa causa. Es un soldado de la causa que ni siquiera se plantea la objeción de conciencia. Obedece sin chistar las directrices tácticas y estratégicas de su lucha. Sacrifica lo existente, lo más sagrado de lo existente en el mundo, la vida humana, por lograr que algo no existente, una abstracción —la revolución, la instauración del paraíso sobre la tierra, el advenimiento del reino de los justos o cualquier otra utopía—, triunfe. O bien lo hace por vengar a los suyos, sus compañeros, sus camaradas, sus correligionarios, los únicos que considera sus semejantes, los que han caído luchando por concretar esa abstracción.

El terrorista es el ser más despreciable porque asesina o mutila a sus víctimas no sólo sin que le tiemble la mano sino con la satisfacción del deber cumplido. Destruye mundos de vida actual —cada ser humano es un universo único e irrepetible— en nombre de un mundo desconocido, futuro e inexistente respecto del cual ha decidido que es el mejor posible. Con esa convicción, resuelve imponer su ideología a los demás, y que todos se le sometan y obedezcan su capricho. “En el fondo lo que quisiera es que sus víctimas le diesen la razón, que le tengan a su vez por verdugo y por santo”, advierte Fernando Savater. El terrorista es el ser más cobarde porque asesina con un tiro en la nuca, o bien colocando bombas contra seres absolutamente indefensos.

Después, desde la clandestinidad, reivindica el crimen. Pero su conducta criminal es perpetrada con premeditación, alevosía, ventaja y a traición: mata o mutila sin correr ningún riesgo y sin dar oportunidad a las víctimas de defenderse. Si lo captura la policía y se prueba su responsabilidad, dirá que es un preso político, que se le privó de su libertad por su ideología, que se le ha detenido por oponerse a un enemigo satánico contra el cual todo se valía, incluso mutilar o asesinar a personas que acaso no simpatizaban con ese enemigo. Su cobardía es tan enorme como su estupidez, su miseria moral —es un cobarde que se siente valiente— y la grandilocuencia de su discurso.

El terrorista es el ser más obtuso porque en su indigencia intelectual y ética destruye vidas humanas sin tener nada personal contra sus víctimas. Mata desinteresadamente o, mejor dicho, inspirado por intereses no egoístas sino superiores: la justicia social, la independencia, la felicidad de todos, la verdad, la vida eterna, la venganza contra el enemigo de la causa. Es distinto del asesino que mata por despreciables intereses personales o por bajas pasiones como los celos. Ese asesino interesado o pasional suele arrepentirse de su delito. El terrorista, en cambio, siente orgullo de su crimen: ¿qué es la integridad corporal o la vida de un individuo o de algunos individuos —incluso si son varios cientos o varios miles— comparada con el gran ideal? No sólo no merece castigo: amerita el reconocimiento del pueblo y de la historia porque se atrevió a lo que otros no se atreven, esto es, a desafiar a las fuerzas de seguridad, a segar vidas, a pasar a la clandestinidad... todo por la gran causa: la humanidad, la raza, la religión, la clase social, el partido, la patria, los ideales políticos. Está seguro de que actúa justamente. ¿Qué importa el derecho a vivir de una persona, o de unos cuantos cientos o miles de personas, cuando se les priva de la vida en pos del sueño justiciero? ¿Qué importa que las víctimas sean inocentes, incluso niños, si los inocentes y los niños del mañana disfrutarán del sueño hecho realidad?

No faltan intelectuales que justifiquen al terrorista, que simpaticen con él y aun que celebren sus proezas, o que ofrezcan explicaciones para comprender su conducta que no son sino defensas enmascaradas o apología encubierta del terrorismo. Se trata de debilidad intelectual, miseria ética y compatibilidad criminal. El terrorista es el héroe de la intelectualidad más lerda e indecente.

Chateaubriand tiene razón: no hay nada más servil, más despreciable, más cobarde, más obtuso que un terrorista.

La importancia de la prevención del delito

Contra el delito hay dos alternativas: la prevención y la represión. Sin embargo, éstas no se excluyen. Los últimos programas contra el delito implementados con eficacia en países como Inglaterra, Estados Unidos y Canadá aseguran que hay que combinar ambas estrategias.

"Es mejor prevenir que curar", dice el sabio dicho popular. Y es cierto. Estos planes contra el delito que mencionábamos, aunque también incluyen medidas represivas para controlar el delito, enfatizan la importancia de la prevención. Pero esto no es tan sencillo: hay diferentes frentes contra los que se puede actuar desde esta perspectiva. Se puede prevenir para que potenciales ofensores no incurran en el camino del delito, o se puede prevenir para reducir las oportunidades circunstanciales de cometer actos delictivos por personas que ya son delincuentes. La primera es, por ejemplo, la senda elegida por los que combaten la droga, la pobreza, la marginación social, etc. Se supone que éstas son las causas del delito, entonces se las enfrenta a través de la prevención social. La segunda alternativa incluye medidas tales como una mayor iluminación, la modificación del paisaje urbano para hacerlo más seguro, la instalación de alarmas, etc. Se trata de la prevención situacional-ambiental.


¿Tarea de quién?

Otra cuestión es quién esta implicado en la tarea de prevenir. La respuesta es simple: todos somos responsables de evitar que sucedan hechos delictivos. No pasa lo mismo con la represión, que es un ámbito exclusivo del Estado. De alguna manera, los ciudadanos pueden hacer algo para controlar la inseguridad. La forma más sencilla, y que inconscientemente aplicamos en la vida cotidiana es la prevención situacional- ambiental.

Individualmente, podemos lograr una mejor calidad de vida cambiando nuestra actitud de despiste por una de observación y alerta permanentes. Esto vale tanto para cuando estamos en casa como para cuando caminamos por la calle. No significa que debamos vivir con miedo; quiere decir que seamos precavidos. En casa, es importante verificar que la puerta se mantenga cerrada con llave permanentemente. Parece un consejo obvio, pero a veces pasan las cosas cuando menos lo pensamos. Recuerde que "la oportunidad hace al ladrón". Además, es un buen recurso instalar alarmas, ya que tienen un gran poder de disuasión. Y cuando circulamos por la vía publica, lo mejor es evitar llevar objetos valiosos como alhajas; además, caminar siempre por lugares bien iluminados y no desolados y cuidar nuestras pertenencias en todo momento.

Aparte de las que podemos tomar individualmente, hay otras medidas que no son tan frecuentes pero que son muy eficaces: la prevención comunitaria. Recientes experiencias indican que cuando los vecinos se cuidan entre sí se reduce enormemente la vulnerabilidad al delito. En este sentido, las alarmas comunitarias han cobrado popularidad. Otras posibilidades son: redes telefónicas, observar horarios y zonas peligrosas, reuniones periódicas entre vecinos, etc. Lo importante de estas estrategias es que estén coordinadas con la policía del lugar. Una mejor comunicación entre los residentes del barrio y la comisaría facilita la tarea de la policía y tranquiliza a los vecinos.

En conclusión, toda estrategia que pretenda controlar el delito debe incluir a la prevención como uno de sus pilares más importantes. Y dentro de ella, debe prever tanto la intervención social dirigida a posibles delincuentes, como la prevención situacional para reducir oportunidades a los malhechores.

La responsabilidad de prevenir es del Estado, pero también de la ciudadanía. Desde nuestro puesto, todos podemos hacer frente a la inseguridad.

Protección de personas, una necesidad vital

Los esquemas de protección personal nunca son iguales. Antes de definir los sistemas de seguridad aplicables a una persona debe diseñársele un perfil de riesgo donde se determinarán los puntos principales:

- ¿A quién se quiere proteger?
- ¿Cuál es la gravedad de la amenaza?
- ¿Ubicación y entorno de la persona a proteger?

Precisamente el diseño comprende la combinación de los componentes del sistema, en una proporción adecuada aplicable en el punto y momento adecuado, dentro de un sinnúmero de variables. Por ejemplo, del tipo de actividad o de negocio que desempeñe, de las labores que efectúe, de la ciudad donde habita, del entorno familiar, de la actividad social, política, religiosa y étnica que cumpla, y si se trata de una persona con imagen pública o privada.

En todos estos factores indispensables a la hora de elaborar un perfil y, por consiguiente del esquema de protección, nunca se debe olvidar el ámbito de amenaza en la que se desenvuelva la persona.

El análisis de riesgos y vulnerabilidades, es un proceso continuo de connotaciones culturales, económicas y humanas, que guardan relación con la aceptabilidad pública del riesgo y el control de las incertidumbres que los grupos sociales acostumbran mediante normas de comportamiento.

Al diseñar un esquema de protección con una objetividad casi perfecta, sin sesgos de vicios y sin considerar el control absoluto de esos riesgos, se necesita tener en cuenta que una persona además de necesidades, ideas y apegos, realiza negocios, tiene una familia, se mueve en actividades sociales de acuerdo con sus afectos, aficiones y sentimientos.

Del mismo modo que tiene una imagen, una intimidad y un prestigio que deben ser protegidos de situaciones peligrosas y comprometedoras.

Por tanto, la protección debe dirigirse a ese universo con el fin de percibir la amenaza, tomar las precauciones y diseñar los esquemas de protección o las acciones de reacción necesarias para atenuar los efectos en caso de sufrir un ataque.

Percibir la amenaza personal significa crear patrones de interpretación a partir de información sensorial. Y la alerta que llegue debe tener la suficiente energía como para hacer notar su efecto o señal de peligro.

¿Qué tan fuerte debe ser la señal para ser captada? Cada circunstancia personal demanda un rango de intensidades donde se detecte la señal indicadora del cambio de sensación por percepción. El umbral absoluto o intensidad mínima para identificar el peligro en trance de convertirse en riesgo, exige una formación y un proceso mental y perceptual que ayuden a interpretar las sensaciones de temor y olfatear la posibilidad de daño.

Es muy fácil identificar las amenazas contra un bien material, que normalmente es fijo y con características de vulnerabilidad tangibles, con riesgos cuantificables, con formas de transmitir la señal de peligro mediante elementos físicos, pero a su vez ese objeto no tiene las facultades de percepción del peligro características de una persona.


El ingenio antes que el costo

En el mercado existen sensores, detectores e instrumentos que ayudan a interpretar las señales físicas a través de los sonidos, los movimientos, las fracturas, los cambios volumétricos o de temperaturas y la luminosidad, pero no existen instrumentos de este mismo orden que ayuden a interpretar las imaginaciones, las sensaciones o las percepciones cuando de personas se trata. Por lo tanto, un análisis de riesgos diseñado para instalaciones físicas es completamente inadecuado para las personas.

La seguridad de las personas no implica necesariamente un alto costo sino la formación del personal hombre mujer de protección y la aplicación de ingenio para proteger a ese ser humano. Los delincuentes son sutiles y constantes en la búsqueda de información de sus potenciales víctimas sobre: la manera de acceder a ellas, las medidas de protección que tienen, los niveles de alerta, sus rutinas y actividades y las oportunidades para sorprenderle.

Por naturaleza, una persona además de ser excesivamente vulnerable, asume riesgos, se moviliza -sin saberlo- por entre fanáticos de movimientos colectivos o grupos generadores de violencia; su conducta puede ser rutinaria o impredecible; puede tener hábitos seguros e inseguros; puede tener enemigos actuales y nuevos o puede dejar de ser blanco para los delincuentes.

Los hampones disponen de informantes, practican entrevistas, analizan documentos, ejercitan reconocimientos de áreas, tal y como lo hacen los terroristas que proyectan sus estrategias sobre gran parte de la sociedad, propagando la confusión, el caos y el terror.

En el planeamiento de las actividades, tanto extremistas como terroristas buscan la reafirmación de su poder, la desestabilización institucional, trabajan en la clandestinidad, cultivan la impredecibilidad con el fin de sorprender y dividir a las posibles víctimas.

Una persona puede desenvolverse en diferentes entornos y cada uno de ellos atraer amenazas diferentes. ¿Cómo podría la protección advertir oportunamente el peligro o determinar la probabilidad de un “riesgo país” o la posibilidad de la amenaza psicosocial de la agresividad? ¿Cómo podría advertir sobre una operación de acecho sin constreñirle la privacidad de un histérico? ¿Se limitaría a proteger física o instrumentalmente, o a prevenir limitando el proyecto de vida de su protegido mutilándole su libertad de movilización, de relación o de afectos?


Componentes de la seguridad

Las personas no quieren solo la seguridad de sus rutinas. El esquema de protección personal exige algo más que la defensa de los sitios, la seguridad en profundidad, la protección de los movimientos o el conductor de seguridad.

Es indispensable también la participación del protegido, de sus allegados, disponer de un ambiente apropiado con medidas de protección física. Necesita, además del software, del control de los círculos de protección, de las bases de datos, de los usos de rutas u horarios o de los escoltas inmediatos, cercanos o de cubrimiento general, de la cultura de seguridad.

También tener en cuenta el confort, la paz, y la tranquilidad que solo las puede proporcionar un alto grado de sensibilidad, un afinado hábito perceptivo, la práctica del ensueño o la relación con los seres inorgánicos.

Dejar de depender de la manipulación de instrumentos físicos para recibir señales de peligro, requiere usos, costumbres, una cultura intuitiva y de orden muy especiales. Demanda un espíritu que en medio de la violencia, de la flexibilidad y de la comodidad, facilite recibir los indicios de amenaza; una especie de “Feng Shui” en el ordenamiento de las posesiones y la organización de escenarios mentales.

Además, disponer de personal de seguridad con una formación especial, inducido y entrenado, que facilite disfrutar la vida con cierto recato, aún en circunstancias extremas. Este tipo de protegidos no se puede dar el lujo de tener pensamientos negativos.

Usualmente no es recomendable un dispositivo de seguridad demasiado evidente pues éste puede atraer el peligro. En la seguridad de personas, habrá ocasiones en donde sea necesario cambiar de hábitos, de lugar, modificar el entorno familiar y hasta la identidad. Un buen programa para advertir e informar de riesgos requiere de monitoreo, comunicaciones, sistema de alerta y advertencia, estudio de rutas, puntos críticos, santuarios y nichos.
La protección debe acomodarse a los ritmos de vida, actividades y costumbres durante las 24 horas del día y los 365 días del año. La forma de protección tiene que ajustarse a las diferentes circunstancias:

- Desplazamiento en vehículos o a pie.

- Permanencia en:

Reuniones sociales.

El hogar, la oficina, el colegio de los hijos.

Época de vacaciones, permanencia en clínica u hospitales.

Durante el cumplimiento de los esquemas de protección pueden presentarse muchos problemas. Por ejemplo los naturales cambios de ánimo o en determinadas actividades, hacen que en ocasiones el protegido no acepte de buen agrado la compañía y vigilancia del personal de protección. Valora más su intimidad que su seguridad, o confunde la previsión con la paranoia.

Esto dificulta el diseño del sistema de protección que debe ser adecuado a las circunstancias particulares de cada individuo y sus conductas, al igual que su cultura de seguridad y su capacidad de autoprotección. La protección personal no puede basarse en las estadísticas, ni en los paradigmas.

No toda la protección requiere escolta. No toda protección debe aislar al protegido como es el caso de los artistas o de los políticos. Hay enemigos invisibles y silenciosos que merodean a nuestro alrededor de manera secreta, difíciles de detectar.

La relación entre el protegido y el escolta es una relación personal que puede ser conflictiva, agradable o desagradable ya que comparten tiempo y un objetivo en común, que es la protección. Debe existir empatía para armonizar los roles protegido-protector sin que ello signifique una relación de servidumbre o de apariencia social, sino una sinergia que mejore la alerta.


Primero la previsión antes que prevención

En el fomento de la cultura de seguridad la previsión juega un papel importante: en función de los indicios percibidos y la experiencia, anticipar y adoptar medidas ante la posible ocurrencia de un hecho indeseable. ¿Se ha concientizado a todo el personal directivo, de base y contratistas?, ¿Se han desarrollado planes de interrelación con las autoridades y vecinos?, Se han organizado sistemas de búsqueda de información actualizados de los modus-operandi delincuenciales? Se han analizado las experiencias indeseables o establecido procedimientos preventivos, de protección y de preservación?

El servicio de contra-vigilancia discretamente detecta a los acechadores que buscan definir víctimas, identificar vulnerabilidades, penetrar esquemas de protección, probar la capacidad de reacción o confirmar rutinas de horario, vehículo, acompañamiento o de ruta.

Todo incidente, cuasi-incidente, acto sospechoso o inquietud, deberá investigarse y analizarse con un juicio lógico y valorativo. Es aconsejable indagar constantemente sobre conductas y vínculos de aspirantes a trabajo, empleados, amistades y el vecindario.

Especial motivo de análisis deben ser los “atractores” o elementos que llaman la atención, que puedan convocar el ansia de los antisociales o la aproximación de situaciones incidentales:

“El enemigo que tiene problemas internos
está maduro para ser conquistado”.
Sun Zi

Así como las imágenes tienden a despertar ciertos sentimientos, inversamente un sentimiento tiende a suscitar en nosotros imágenes armónicas con ese sentimiento. Actuar con integridad, despierta confianza, así como las opiniones engreídas confunden en vez de tranquilizar. Recordemos que el temor, no es más que un “estúpido estado de ignorancia acerca de algo , y una ciega aceptación de esa ignorancia, reemplaza la razón”.

La ostentación, la agresividad, el temor, el odio, el amor, la seducción, son unos de los “atractores” más comunes que pueden determinar la elección de imágenes. Los “distractores” como, la falsa o aparente seguridad, los procesos de control innecesarios, o incidentes casi inadvertidos, requieren de cuidado y de control.

Un buen esquema de protección debe tener en cuenta todos los aspectos anteriores y considerar el grado de entrenamiento y formación para percibir la amenaza inimaginable, olfatear el peligro y la capacidad para alejarse lo más rápido del punto y momento donde no debe estar ubicado como víctima: también hay atentados invisibles o al menos silenciosos antes de tronar. http://www.latinoseguridad.com/LatinoSeguridad/ETS/protec.jpg